jueves, 5 de marzo de 2009

La posibilidad de ver y predecir el futuro es una convicción del ser humano que se funde en sus inicios, indudablemente generada por la curiosidad que siente por el devenir y lo incontrolable. Aún en nuestros días de convicción científica e ilustración que no dejan lugar al esoterismo, se encuentra latente en cada rincón. No pueden ser simplemente casualidad y sugestión tantas y tantas coincidencias entre las predicciones y los hechos posteriormente acontecidos.Este, que es un don privilegiado del que unos pocos contamos, pero calumniado por aquellos que impune y falsamente se lo atribuyen sin poseerlo, es el que, estimulado mediante mi técnica de Tarot y mi experiencia, hace que pueda ayudar a otras personas a enfrentarse a su destino, a reconducirlo para su bien.Estoy aquí en esos momentos en que sientes la necesidad de oír la respuesta de alguien a quien puedes contar absolutamente todo, sin preocuparte por sus intereses, intenciones o relación con tus problemas, y que además posee el don de darte la respuesta más adecuada. Estimulando tu propio criterio para tomar decisiones acertadas, podrás entonces hacer que tu destino dependa solo de tu propia fuerza.Con el Tarot podemos averiguar las causas de nuestros problemas cuando por medios normales no las podemos deducir. Con sus imágenes obtenemos la respuesta adecuada, haciéndonos ver en qué estamos fallando.Es indudable el inmenso bien que se puede hacer si se toma en serio y se estudia con la suficiente honradez, despojándolo del colorido oscurantista que personas sin escrúpulos le colocan. En el Tarot, siempre habrá una respuesta válida a una pregunta seria, por la sencilla razón de que es tu propio inconsciente el que guía a las cartas, yo solo soy el medio conductor entre tus inquietudes y su sabiduría

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